¡Es curioso como cambia la perspectiva!
-Creía que pensaba en el caballo,
-Creía que era suave,
-Creía que disfrutaba montando a caballo,
-Creía que me hacía feliz que mis caballos hacían ejercicios de doma a la perfección,
-Creía la mejor técnica cambiaría todo,
-Creía que optimizar los movimientos mejoraría la motivación,
-Creía que un campo grande, buena comida y una vida en grupo les haría felices,
-Creía que leer libros e investigación y saber de todo me haría mejor entrenadora,
-Creía que con la mejor silla el caballo cambiaría
-Creía que con tener los caballos descalzos y montar sin filete me haría mejor persona
-Creía que la “Doma Natural” ó el refuerzo positivo me haría amiga de mis caballos
etc….!!!
¡Como me equivocaba!
-Nada de esto tiene ningún sentido si solo lo haces por conseguir algo a cambio,-
-Nada de esto tiene ningún sentido si no viene de un amor incondicional,
Porque entonces solo es una forma de cubrir, maquillar y justificar tus reales intenciones
Nada de esto tiene sentido si no eres capaz de ver, aceptar, respetar y escuchar al caballo que tienes delante, sin ningún afán de cambiarlo. Quererlo tal y como es, aquí y ahora.
Cuando eres capaz de soltar todos tus ideas preconcebidas, capaz de ser sincero con lo que sentís los dos, capaz de aceptar que le has hecho daño y le has faltado el respeto en repetidas ocasiones incluso años, capaz de aceptarlo y después soltarlo
Capaz de prometer que a partir de ahora todo será diferente.
Hasta entonces todo lo que creía que era importante, será solo una tapadera de nuestros reales intenciones, una justificación retorcida de nuestro ego.
Más de 30 años creyendo que quería a los caballos y que hacía las cosas de buena fe.
Doy gracias a los caballos que están conmigo por abrirme los ojos y nunca tirar la toalla. Siempre confiando, jajjaja “Que remedio!” que algún día abriría los ojos y despertaría.