
Un espacio qúe promueve el bienestar mutuo, dónde poder profundizar en entender quienes son los caballos realmente y que les podemos ofrecer y que esperan de nosotros.
Bienestar es muy parecido para todos los seres vivos,
y Sería algo como; La alegría de vivir, sentirte acompañado, armonía con uno mismo y el entorno, sincronicidad, fuerza, que te rasquen donde no llegas, tranquilidad, salud, beber cuando tienes sed, bailar, comer hierba fresca, correr, un abrazo sincero, sentirte escuchado…
¿Cómo?
Las experiencias con caballos las dividimos en cuatro fases, que son las bases para establecer una relación sana y honesta entre persona y caballo.
- Convivir con caballos;
Pasar tiempo con los caballos, tanto en el cuidado diario de dar comida y agua, como pasar tiempo junto a ellos en el campo o acompañándoles saliendo a caminar. Vamos a aprender sobre etología y dedicarnos a la observación de cómo viven e interactúan entre ellos. La interacción se contemplará como un 10/90, queriendo decir que dejamos que el caballo sea quien se acerque a nosotros y quien toma la iniciativa e inicie la conversación o el contacto.
Este punto inicial nos sirve para evaluar y analizar individualmente el carácter y sus carencias y problemáticas inherentes. Como podemos ayudarles y rehabilitarles para garantizar un futuro bienestar. Se requiere un trabajo individualizado para ayudar a solucionar las patologías que cada caballo arrastra del pasado, sea físico, social ó mental.
- Relacionarse con caballos;
Cuando ya tenemos una base de saber quiénes son, cómo son, cómo viven y cómo se relacionan, entonces podemos empezar una conversación sobre el bienestar mutuo. Introducimos ejercicios de conciencia corporal para estar mejor preparados para conectar con los caballos. Miraremos como acercarnos, como tocar, si es a través de compartir el espacio, acariciar, rascar o dar un masaje. Compartiendo esta intimidad física la confianza mutua florece y con el tiempo vamos creando un vínculo con los caballos.
- Experimentar y dialogar;
Una vez haya confianza mutua se abre la puerta a poder experimentar y dialogar sobre las bases de nuestra relación. Cómo estamos los dos en este momento, y que podemos aportar el uno al otro. Buscaremos una relación lo más equilibrada posible donde las dos partes se sienten libres, pero a la vez exista una estructura que crea una base para la amistad. La interacción y comunicación que nos gustaría encontrar sería un 50/50 donde ambas partes puedan expresarse y se escuchan. Autenticidad sobre todo.
- Ampliación del campo de juego;
En una relación autentica y honesta todo es posible, siempre y cuando nunca perdamos de vista el bienestar de ambos y el inmenso valor de la amistad. Podemos salir a caminar, podemos jugar, podemos pasar tiempo juntos investigando el entorno, podemos hacer pie a tierra, podemos montar y muchas más cosas siempre que sea positivo para ambas partes. Mantenerse abierto en todo momento, no tener ideas preconcebidas sino ser flexible, creativo, empático y positivo.
¿Por qué?
Porque la evidencia y a la vez conciencia científica ha demostrado que los animales no humanos también tienen conciencia de sí mismos y del entorno que les rodea. Esto nos abre la posibilidad de establecer relaciones sin la necesidad de dominancia, sino a través de la colaboración.
Porque los investigadores de la Universidad de Sussex (Reino Unido) aseguran que el caballo es el animal doméstico con más expresiones faciales similares a los humanos. Han creado un sistema de codificación e identificación de estas expresiones, que facilita mucho poder saber el estado emocional y bienestar del caballo en cada momento. Por eso es muy importante dedicar tiempo a la observación para aprender a leer estas expresiones.
Porque el avance en las neurociencias y el interés por entender el comportamiento de los animales no humanos han permitido establecer que los sentimientos y las emociones no son exclusivos de los humanos. Estas evidencias ponen énfasis en la necesidad de buscar una nueva forma de relacionarnos con los caballos.
De ahí, la importancia del tacto afectivo y como esto ayuda a crear un vínculo. Aprender cómo el estado anímico de la persona y del caballo afecta a la calidad del acercamiento y el propio tacto es muy importante. Nos abre la puerta a una comunicación más sincera que nos enriquece a ambas partes.
Por que es necesario llegar a un equilibrio entre mi ser y mis necesidades.
Porque demostrando que las buenas intenciones existen y se trasladan en acciones que pueden producir sonrisas y bienestar mutuo. Reivindicamos relaciones de igualdad.
Porque hay una necesidad de abrir los ojos, de ver las cosas como realmente son y empezar a actuar, la respuesta está en nosotras mismas, podemos ayudar a los caballos a mejorar su calidad de vida.
Porque es necesaria una vida más simple, más autosuficiente, más integrada con la naturaleza de la que formamos parte.